Hay días, que quisiéramos se tornaran eternos, hay días que te regresan el sabor de la esencia de los días mismos, hay días que gente nueva se cruza contigo y te deja lindos recuerdos, hay días que la arena de la playa se siente diferente mientras caminas, hay días que la sal de la playa te toca de manera distinta, hay días que los atardeceres tienen el aire del futuro anhelado.
Hay días como el de ayer, que comienzan en la ciudad de siempre, un sábado de madrugada que se va dibujando entre las horas y la carretera con destino a la playa, en el camino, con el vidrio del coche abajo y el aire directo en la cara, escuchando una canción antigua de fondo, algunas de mis prioridades comenzaron a “estructurarse”.
De sol, agua, arena, viento, rocas, caminatas por la playa, música, el paisaje del atardecer en la carretera, y esa tranquilidad que no se puede comprar con nada, de eso parten las ideas nuevas, a veces uno tiene que saber qué es lo que no quiere, para saber qué es lo que si se quiere.
Y hoy, hice limpieza, (de cosas materiales y del espíritu) y ésta, tal vez alcance para deshacerme en los próximos días, del famoso myspace, junto con el Facebook sin dejar atrás el hi5.
Hoy, no quiero más de las cosas del pasado, no me interesa si fue o no fue o “medio fue”, no quiero historias incompletas, ni palabras acertadas, ni ideas con aire de perfección, ni pensar en la compañía de quien hoy ya no está.
"I've never said you'll have to be afraid
of the cookie monster
beside your bed
It's not the real
The real one's in your head"
Yendo hacía los nuevos días, estoy yo!
foto:www.almanaqueazul.org. Fragmento, Scary Worl Theory. Lali Puna